Los habitantes de la isla del Hierro se han encontrado, en estas últimas semanas, con una situación mucho más complicada de lo que jamás hubieran pensado.
Hace dos lunes, los herreños salieron de sus casas asustados, tras haber recibido noticias de que la isla había sido invadida por extraños seres de color amarillo limón. A lo largo del día, este misterio se fue resolviendo. Estos extraños y desconocidos seres no eran invasores, sino invadidos: habían vividos durante miles de años bajo la superficie de la Isla pero, debido al calentamiento global que sufre el planeta, la vida en su cuidad se vio contaminada (literalmente) y tuvieron que salir a la superficie en busca de un hogar mejor.
Los problemas han sido diversos ya que, siendo el espacio un problema en las islas desde tiempos inmemoriales, al doblar la cantidad de población, se teme no tener espacio suficiente para todos y que se caigan por los bordes de la isla. Para solventar este conflicto espacial, se está tanteando la idea de crear un primer piso, equipado con todo lo necesario para instaurar la ciudad subterránea perdida, en la planta alta.
Mientras tanto, el cabildo del Hierro ha estado programando actividades de ocio y culturales para integrar a los nuevos habitantes de la isla. Entre ellas se encuentran un concurso de lanzamiento de pipas de aceitunas, un recital de poesía inspirada en la película American Pie y, cómo no, se celebrará una jornada gastronómica para dar a conocer a los nuevos vecinos, la comida canaria.
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