El cadáver de la víctima, fue encontrado por Amparo cuando volvía del mercado. Presentaba varias heridas, posiblemente realizadas con las manos del agresor, el cual, se dio a la fuga sin que la dueña de la casa se diera cuenta de su presencia "Imagine usted, yo aquí tan tranquila y lo mismo puede ser la mosca que puede ser mi marido"- declara la afectada. La mosca era trabajadora en un bar de la zona, donde hacía dos días se había sido despedida por el acoso que recibían algunos clientes de su parte.
Hasta el lugar de los hechos se desplazó un cuerpo de policía nacional además de una ambulancia alertados por la llamada de la testigo. Varios vecinos declaran ahora su inseguridad y plantean junto con el colectivo de moscas cojoneras montar guardias para que estos actos no se repitan.
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